La terapia de pareja es un espacio para analizar los bloqueos que están impidiendo el fluir natural de la relación. Es tan importante trabajar para la pareja como para uno mismo. En la medida en que me conozco y me doy cuenta de lo que necesito para estar bien, soy yo mismo quien genero mi autoapoyo y a partir de ahí todo lo que me viene de mi pareja es un extra que puedo recibir y agradecer. En la medida en que cultivo el amor hacia mí mismo tengo amor para ofrecer al otro.
Normalmente suelen venir a sesión dificultades en el contacto, en la intimidad, dificultad para ver lo que necesito y para pedirlo y todavía más para aceptar una negativa. La sociedad nos ha educado para entender el amor de un modo mágico y poco realista. La persona que está a nuestro lado no puede saber lo que nosotros queremos si no se lo decimos y eso no quiere decir que nos quiera menos. El amor no tiene nada que ver con adivinar el pensamiento sino con vibrar con la otra persona, con querer estar con ella. Muchas veces entran en juego exigencias, manipulaciones, culpa, miedo y todo esto nos lleva a la confusión y al bloqueo.
Entre los motivos que suelen venir a consulta están las dificultades de comunicación, habilidades sociales, celos, infidelidad, falta de confianza, compromiso, miedos, inseguridades, aburrimiento, separación, toma de decisiones, dificultades sexuales, luchas de poder.